Mi madre me ha dejado dormir hasta las doce (¡¡yuhu!!). Es bastante misterioso, pero al poco de hacer mi desayuerzo (desayuno + almuerzo), mi madre se aproxima lentamente a la cocina donde estoy fregando el vaso de zumo y me da la grandiosa noticia. Hoy es día de visita a familiares, por eso de felicitar el año nuevo y esas cosas.
No me malinterpretes... no es que no quiera a mi familia, es que tengo trescientos sesenta y cinco días por delante para felicitarle el año nuevo. Y sobre todo a mi abuela, que hará sus preguntitas. "¿Cuándo piensas casarte?", "¿es que no quieres que conozca a tus hijos?". Abuela, tengo veinticinco años... ¡déjame disfrutarlos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario ;)